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Mostrando entradas de noviembre, 2023

Astronauta

Luna, espacio, universo. La vida era larga y no corta, y el mundo no era suficiente, antes de él. Recordó las películas de 2001, Apolo 13, Passengers, a Buzz y Pedro Luque, y las ganas de ser una mujer pionera.  Volar, flotar por el espacio, tener mejores experiencias que ésta y vivir algo como los protagonistas de "Tierra"... Salir del hospital, lo primero. Volver a casa, lo segundo. Ser de nuevo una niña estudiosa y no parar hasta poder volar con un casco y traje espacial, tocar la luna y estrellas... Ella servía para ir a la Nasa, se lo dijeron en el colegio e instituto, y no para estar en ese bar escuchando milongas o recibir maltratos de alcohólicos que no querían ver su problema, que no era una fiesta, que era un día a día, y seguro que la comida de las naves eran mejores que las reprimendas o crisis de ansiedad vividas por culpa de un maltratador y un entorno en el que no era feliz... Se durmió. Y cuando despertó, era de noche, y la luna, un deseo para ella.

Química

Química. Creadora de productos. Le gustaba las fusiones, las partículas, el juego que le regalaron aquella víspera de Navidad en su infancia. ¿Por qué se había contentado con sólo el alcohol? Aquella niña ya no era ella. O sí. No le gustaba su nuevo yo, decaído por las drogas, sucia y decaída, y sin vida... Recordaba los juegos, lo buena que era en matemáticas, las cremas de su madre y los perfumes que tanto le gustaba usar, hasta que se metió en los bares y aquella locura de vida de camarera... Los champús y colonias, los acondicionadores y ungüentos... Y esa fábrica que visitó con el colegio donde realizaban esos productos... Y sí, eligió mal... Pero ahora podía cambiar de camino. Tenía paro y ahorros si dejaba el pub, y motivación por el cambio, la creación y aprendizaje, y el buen uso de la química, el alcohol era mejor para fines dermatológicos y la vida, algo más que servir y ser humillada por quién no procedía. Y entonces eligió ser alguien nuevo, o volver a ser ella, aquella ni

Mecánica

Quizás no era tan glamuroso pero sí necesario. Así como había una mujer en el barrio que se dedicaba a fontanería, ¿por qué no ser mecánica? Le gustaban los coches, y conducía siempre que podía, pese a que en los últimos años, con tanta fiesta y alcohol, no cogiese tanto los coches. No quería depender tanto de talleres y había leído libros en PDF y visto videos en internet, así que...¿por qué no? Y entonces, se dijo que debía aprender y ejercer sobre ello. Quizás un FP era suficiente, y luego renovarse, a saber. Pero primero, salir de allí. Quizás debía hacer algún tratamiento, alguna desintoxicación médica para renovarse, y después, seguir. No quería ser como aquellos gordos que sólo comían cuando no bebían y pasaban de un extremo a otro, o como aquellos que se enganchaban a otros médicamentos sin necesidad, y nunca viajaban o disfrutaban de ir a ver el mar. Sí, hablaría con la doctora, pero primero, una siesta...