Doctora

Ya estaba cansada de esa vida. Se odiaba, estar tendida en la cama, por ese hombre, esas ideas, ese "dejarse llevar"... La verdad es que no, no era lo esperado. Estaba en una habitación blanca, tendida. Caliente, con esa manta encima, y limpia. Tenía una ventana con vistas al jardín. Le gustó ver cómo había personas, jóvenes, mayores, y algunos sonreían. Se acordó de aquél libro, aquella película y aquél uniforme. Se acordó de las serirs que había visto, y que había olvidado temporalmente para vivir una vida de camarera, excesos y defraudes continuos. Y tenía que cambiar, quizás, volver atrás...

Podría seguir de camarera, pero mejor en otro establecimiento, otras personas  y otro ambiente. Estudiaría de nuevo, habia superado la selectividad, y el primer año de Medicina. Las drogas para curar sí, las fiestas ilegales, para ella ya no. Trabajar en una clínica era mucho mejor que todo eso. Y especializarse, con el tiempo. Pediatra, oncología, ginecología, oftamóloga. Varias ramas eran interesantes. Debía ser buena y conseguirlo. Tenía mucho por hacer y construir. Llamaría a la madre y se lo diría, eso no es lo que le enfadaría. Omitiría este incidente, y seguiría, siempre adelante, siempre avanzando, sin negar el pasado reciente, pero quizás no recordándolo, ya que no hacía falta...