Entradas

Mostrando entradas de julio, 2023

¡Peluquera!

Se miró en el espejo. No se gustaba, no era así como quería vivir, ni cómo se sentía bien. Se miró y tocó el cabello, ¿dónde estaba su melena? Antes, tenía unos cabellos preciosos, dorados, una melena natural, que había estropeado con tintes, cortes y un perfil demasiado rebelde que ya no encajaba con ella, ya no estaba en esa era, ya no quería este corte de drogadicta mal cortado, ya que no quería parecer una estrella del rock, sino lucir bien. Pero había gente, mujeres, a quienes les gustaba jugar con su cabello, y disfrazarse, cortárselo, teñirse, diferenciarse, o mantener un estilo... ¿Y si fuera ella quién les diese vida? ¿Y si fuese ella quién las pusiese guapas, le cortase bien el cabello, tiñiese con buenos productos, tuviese su club de parloteo y ayudase a arreglarse bien a las chicas? Ya se le daba bien por libre, lo cual, el certificado le sería fácil de aprender, y poder trabajar lo antes posible. Alquilaría el local, no, espera, tía Maruja tiene uno y basta con comprar los

Y si fuera millonaria (II)

Venía de familia rica, pero nunca quiso ni aprovecharse ni vivir de ellos. Pero convenía volver con gente buena y educada, y no con adictos que, al gastarse su dinero en drogas, era más pobres por muy habladores que fuesen, y no le convenía ese ambiente. No era un mismo un fin tonic los sábados que una cerveza diaria, y siempre era más relajante estar escuchando música al lado del mar, que ver cómo los hombres de esos bares no la llenaban. Decidió volver a casa, y volver a estudiar. Estudiaría Educación Especial, y si conocía a alguien, bien. Quizás podría citarse con el hijo de la amiga de su madre, Fernando, en alguna cena de esas de sopa de invierno por la noche, y hablar de estudios, sociedad y cine. También apuntarse al club de lectura, como las mayores, y volver a pilates. Puede que con el tiempo Fernando o Pablo o Cayetano se casase con ella, y tuviesen hijos de mutuo acuerdo, pactando, previamente, por si la relación no pudiese salvarse, separación de bienes ante un posible div

Y si fuese millonaria

Decidió que buscaría la forma de volver a su anterior vida de millonaria. Atrás quedaría esa basura gritona, maltratadora, alcohólica por la que sólo sentía pena... Ella no era así, y prefería vivir bien. Venía de familia rica, y estas aventuras y momentos de rebeldía ya no le aportaban nada. Mejor volver a una vida aburrida según ella, pero más estable y quizás, productiva. Volver a llevar Manolo Blanick, Carolina Herrera, Tentazioni, Hugo Boss y ropa interior de Intimissimi. No rebajarse a ir con gente que al final, ni le aportaban nada, ni satisfacciones sexuales, ni amistad ni consideración, y volver a relacionarse con las amigas de San Cayetano, que, aunque consideraba a muchas tontas por no haber ido a la Universidad, no eran malas. Se planteó retomar la carrera de Educación Especial, algo que le gustaba y que, además, quedaba bien no sólo socialmente sino laboralmente (porque mucha gente lo hace por apariencia aunque luego no trabajen de ello).  Se acordó de ese chico bien de pa

Bailarina en Barcelona

Bailaba, y no lo hacía mal. Bailaba, y era grácil y emotiva. Bailaba, y disfrutaba. Y ahora no, por haberse ido con quién no debía. Dónde estaba no era feliz. Tantos lugares, y elegir donde estar, y ahora estaba en un hospital por un imbécil que no valía la pena. Pero saldría,y volvería a bailar. Se iría a otra ciudad. Otra gente, nuevos inicios. El alquiler no da a nada, y era mejor irse que quedarse en un cementerio. Así pues, bailaría, todo tipo de bailes si era preciso, y dejaría todo este tipo de personas que no valían la pena fuera de su vida. Barcelona estaba en Tema imiento. Atrás quedaban los años de inmigrantes sucios y toxicidades creadas por ilegales. Bailar, vivir y de vez en cuando, viajar. Desde allí era más barato. Y había supermercados y mayor libertad, y no sería castigada por lo que comía, bebía, hacía.

It is Sex!

Era joven, y tenía ganas de hacer locuras. La vida salvaje le gustaba, no quería un marido ni hijos por lo menos hasta los 35 años, y siempre le gustaba hacer lo que quería. Se había deshecho de los protocolos, normas, imágenes de reglas y vivir impuestas por su familia, y ese hombre no iba a ser quién le impidiese hacer lo que quería.  Se acordó de aquella noche donde aquél relaciones públicas de Madrid le ofreció su tarjeta y le dijo: "Si engordas un poco y te apetece llámame para hacer vídeos eróticos. Se paga muy bien". Y tenía ganas de sentirse deseada, querida, adorada y de paso, tener experiencias, y supuestamente, más divertidas y menos inquisidoras con iguales que con hombres que sólo querían mujeres a su gusto a quienes adiestrar. Pole dance, camas redondas, streaprease, bailes, anécdotas, etc era lo que deseaba probar, y estaría respaldada por una compañía y su personal.  Así pues, compró un billete sólo de ida tras la llamada que realizó a su nuevo mánager, y con

Fe

Recordó que el estudio de las religiones era algo que siempre le había atraído. Cultura, filosofía, historia, lectura... Necesitaba cambios, y quizás era lo mejor que podía hacer. Era joven. Tenía dinero, y también sabía idiomas. Salir del país y conocer otros sitios. No tenía casa propia, sino, no se lo plantearía, pero como podía... Y podría trabajar a la vez que estudiaba. Camarera, limpiadora, niñera... Plantearse ir a Cambridge, donde se sacó todas las titulaciones de Inglés posible que su madre le pagó desde el colegio. Intercambio, aur pair, y por lo menos, empezar allí... O al revés, quizás volver a casa de sus padres, y estudiar, trabajar y salir lo justo. Tener un trabajo para extras, ayudar en casa, y plantearse ir el último año. Mucho mejor, tal vez, aunque estuviese más cerca de lo que quisiese de él... Ahora estaba en la cama del hospital, sin nadie, tampoco esperaba visita, y, quizás en dos días, cuando llegase a casa, tendría más claro cómo y dónde empezar una nueva vid

¿Salvadora?

Sí, quizás ella debía dejar de ser la víctima y ayudar a la gente a salir de la mala vida. Cambiar a mejor, y no seguir estropeándose... No estropear. Ya no sería más esa zorra que era capaz de cualquier cosa con tal de ser la deseada, la chica de moda, la querida, ni "robar" los novios a las amigas, aunque fuese sólo por una noche... Debía madurar y no decir "viejas" a las que no eran tan abiertas o lanzadas como ella... Eligió Trabajo Social. El hecho de dar prestaciones no era lo que deseaba, ya que mucha gente necesitaba más productos que dinero, pero había otras funciones que le atraían más. Y mientras estudiaba, empezó a hacer voluntariado en un centro social donde, para su asombro y sin que pudiera contarlo, se encontró con modelos, actores del porno y extras de películas con problemas de drogodependencias, que no habían superado su fracaso y se habían quedado enganchados a píldoras, canutos y alcohol, sin saber qué hacer con su vida, más que drogarse y coloc

Seguridad

A veces, le gustaría vengarse de todos esas personas que se habían reído de ella. Había tomado clases de boxeo, Kick boxing, karate y algunas de defensa personal, y, aunque ahora estaba en baja forma, puede que en poco se recuperase. Cambio de aires. Relax, reorganizsción. Trabajar en Seguridad, primer paso. Superar el curso, y ganarse un puesto. Fuese en hospital, tiendas o supermercados, casas privadas, organismos públicos o aeropuerto. Sabía que era duro pero alguien debía realizar ese puesto. Entrenar y trabajar. Y sí, quizás en un momento dado, presentarse a Policía... No iba a ser la lecherita a quién le rompiesen el cántaro. Tampoco era tan femenina, casi no le gustaba la ropa, ni peluquería, ni ponerse zapatos, y no le importaba si tenía que engordar un par de tallas, quizás, por su esqueleto, estaba mejor con ese tallaje y no intentando aparentar la musa que no era, y podría dejar ese mal vicio del tabaco que no le convenía. Una nueva vida, un nuevo entorno, quizás un cambio r